jueves, 11 de octubre de 2012

Cocteau Twins Elizabeth Fraser

Desde los ecos del siglo pasado aun destellan los acordes de la guitarra de Robin Guthrie y las vocalizaciones de Elizabeth Fraser en una de las bandas que tal vez sea la más fascinante del ultimo cuarto del siglo XX.

Desde 1982 Robin Guthrie, Elizabeth Fraser y Will Heggie en principio, y más tarde Simon Raymonde desde 1983, comenzaron a transitar un tortuoso camino que dio forma a los ya míticos Cocteau Twins.

La lograda conjunción entre las musicalizaciones de Guthrie y las interpretaciones de Fraser, se transformaron con el paso de sus creaciones en el puente perfecto para la proyección de su mundo interno y por extensión del de sus audiencias; como evidenciaran los estudios de Young, Freud y tantos otros; hacia la realidad en aparente estabilidad de un ser cada vez más convulsionado hacia finales del siglo XX.

El sonido único del grupo, se estructura desde el particular método de composición en la creación de letras y música donde Liz y Robin crean cada parte en forma aislada, para concluir con su fusión en la amalgama de sus espíritus. Más tarde luego de años de no poder reconciliarse en otros ámbitos darán termino al proyecto el año 1993.

Muestra de esta mezcla altamente combustible y la solidez de las composiciones como resultado se puede ver a través de lo que dijera Simon en alguna oportunidad: "Existe tanta agresividad, rabia y rencor dentro de la banda y aún la gente continua diciendo que nuestra música transmite tranquilidad..."

Liz desde lo mas profundo de su ser, alquímicamente transforma los desgarradores dolores del abuso de su primera infancia en letras muchas veces indescifrables, y en contraposición a ello despierta la más absoluta ternura y devoción de su audiencia. Mientras los envolventes sonidos extraídos de su instrumento, Robin, presentan el escenario perfecto para el desarrollo y despliegue de esta singular experiencia.

Quiero detenerme aquí en Elizabeth Fraser musa y corazón, alma y sustancia de esta experiencia llamada Cocteau Twins, para referir su genio y belleza que ciertamente trascenderá una época marcada por radicales golpes a los paradigmas que aun no terminamos de ver.


La critica internacional con el tiempo y, su exposición a través de sus distintas creaciones al amparo de Cocteau Twins y otras colaboraciones, ha asociado el despliegue de Elizabeth Fraser a manifestaciones propias del Dadaísmo de principios del siglo 20, dado que sus interpretaciones a veces indescifrables niegan y rompen los cánones establecidos de la expresión vocal a través de la mas alta sublimación en su interpretación conectando la más profunda expresión irracional de su profuso y complejo universo interno, con irracionales y armónicas construcciones líricas.


En el tema "Evangeline" podemos ver algo de esto:

"El dolor de permitir que algun otro te defina
conoce quien eres a cada edad
¿Que impresión estoy dando?
Me veo a mi misma como otras personas me ven
No hay vuelta atrás
Ahora no puedo parar de sentir
Tuve que fanteasear
Fui una princesa
mamá y papá fueron la reina y el rey
¿Tengo que sentir esto?
Me veo a mi misma como otros me ven
Tuve que fantasear para sobrevivir
Fui una artista famosa
Todo el mundo me tomo en serio
Incluso aquellos que nunca me comprendieron
Tuve que fantasear para sobrevivir..."

Su expresión lírica, esta plagada de sonidos sin significado más que el dado por la transformación que logra crear en la audiencia al fundirlos con el imaginario interno de cada uno de nosotros. En su búsqueda de sonidos nuevos, se apoyó en la creación de neologismos
a través de la incorporación de vocablos en distintos idiomas y su fusión por el solo hecho de su fascinación fonética, lo que la ha hecho comparable con Mallarmé.

El canto de Liz así como la infinidad de fonemas utilizados, fueron surgiendo de su recopilación de palabras en distintos idiomas que coleccionara por su sonoridad, mezclados con frases que va construyendo inconsciente e incoherentemente, para ser desintegradas armoniosamente en su canto dándole un halo mágico a sus interpretaciones.

A través de sus balbuceos, susurros y gorjeos, creación de palabras, neologismos que integran significados buscando crear nuevas realidades, ha abierto la puerta de su mundo interior y, de paso el de cada uno de quienes la escuchamos; hecho que, también ha permitido que sea comparada con James Joyce.


En una de las pocas frases distinguibles en las interpretaciones de liz en la primera etapa del grupo, en el tema Pink Orange Red del E.P. Tiny Dinamine de 1984, dice:
"Cae
Por favor levántate
No te arruines a ti mismo
En mi corazón
Te levantas
En mi corazón
Yo canto esta canción
Vuelve a levantarte
Yo estoy en esta canción"

La musicalidad impresa por el instrumentista Robin Guthrie como el mismo declarara, "invita a dejarse envolver y transportar por sonidos que dejando tras de si cualquier significado invitan a buscar un significado propio...."

La prensa especializada en el Reino Unido al ser lanzado el disco "Victorialand" bautizo a la banda como  "La voz de Dios", y ha comparado su quehacer respecto de la música con lo que fueron los impresionistas respecto de la pintura, esencialmente por la influencia puesta en la obra predominantemente desde los sentimientos y las sensaciones.

El Grupo se ha encumbrado a la cúspide en la experimentación como el camino hacia otras dimensiones.